Este es un centro comercial a otro nivel. Aquí están representadas las tiendas más "chic" de todo el mundo. La primera planta de este mall es un "quien es quien". Aquí van muchos extranjeros, muchas modelos, actrices, cantantes, muchos compradores privados o "private shoppers," en fin, "the beautiful people" que después ves en las discotecas de Miami Beach. En la segunda planta de Bal Habor el ambiente cambia totalmente. Ya no es tan chic y los precios bajan drásticamente. Aunque sea para mirar lo que está de moda, te recomiendo un paseíto por este centro comercial. Hay buenos restaurantes y es una excursión bonita.
La aglomeración de lujo, exhuberancia y sofisticación, justifican la naturaleza rebelde de este centro comercial.
Controversial desde su apertura, Bal Harbour Shops se inauguró en 1965, producto de la visión del empresario Stanley Whitman, quien marcó un nuevo hito en la concepción de centros comerciales rompiendo el statu quo establecido. Una reducida y esbelta área comercial reemplazó la acostumbrada extensión de los ‘malls’; limitados puertas de entrada en lugar de numerosas entradas y pasajes; estacionamiento pagado en lugar de los amplios estacionamientos gratuitos en los ‘malls’ tradicionales.
Si las dos primeras características –nunca antes vistas en ‘malls’ tradicionales’ causaron desconcierto, la tercera terminó por desatar una serie de críticas y mal augurios por parte de los futuros compradores.
Sin embargo, Whitman no se amedrentó y continuó con su revolucionario proyecto con la seguridad que las exclusivas boutiques que adornarían el centro comercial serían las encargadas de compensar sus poco convencionales características. Whitman acertó. El lujo concentrado de las más prestigiosas boutiques del mundo –Gucci, Channel, Valentino, Prada, Louis Vuitton, Tiffany & Co por citar algunas – se tradujeron en un éxito instantáneo para Bal Harbour Shops, llegando a ser el centro comercial #1 a nivel nacional en cuanto a ventas por metro cuadrado se refiere ($1500 aprox. cuando el promedio era $300).
Bal Harbour Shops se ha mantenido en el tiempo con la misma opulencia mostrada desde el principio, la misma exclusividad en la elección de las tiendas, sus criticadas pero aceptadas características. Asimismo, se le reconoce el éxito de seguir siendo un negocio familiar liderado por su creador, su hijo y su nieto –inusual si se tiene en cuenta que actualmente los ‘malls’ son propiedad de grandes conglomerados comerciales.
¿Quieres comprobar la desbordada opulencia y sofisticación Bal Harbour Shops? Entonces prueba con el siguiente experimento: camina de un extremo a otro del centro comercial. Un grupo de personas lo hicimos y nos tomó solo 8 minutos. Fueron los 8 minutos más lujosos en mi experiencia comercial. No necesitamos entrar a las boutiques para sentir la opulencia. Las vitrinas destellaban glamour por sí solas y el personal de seguridad –fornidos caballeros de lentes negros y dispositivos de audio colgando de sus orejas- en la mayoría de las boutiques, no eran más que otra evidencia del tesoro que protegían celosamente.
Minimalismo sofisticado
Bal Harbour es un centro comercial al aire libre en forma de 0 alargada, con áreas de estacionamiento en el frontis y en la parte trasera.
Neiman Marcus y Saks Fifth Avenue ocupan los extremos. El eje decorativo que amarra armoniosamente todos los elementos del centro comercial es la cadena de estanques rodeados de vegetación, distribuidos a lo largo del área central. Esculturas y demás parafernalia artística realzan la sobria decoración mientras que las paredes de adobes blanquecinos y grandes ventiladores negros colgados en los techos terminan por imprimir el toque tropical a este oasis comercial embriagado por el sonido del agua que cae en forma de cascadas.
¡Fashionissimo!
Se le ha comparado con Rodeo Drive en Beverly Hills, la quinta Avenida en NY y la Place Vendôme en París. ¡Qué duda cabe al respecto! Bal Harbour Shops es el centro comercial que concentra más boutiques de prestigiosas marcas que otro centro en la ciudad.
64 boutiques incluyendo calzado, 16 joyerías, 7 restaurantes, además de una librería, galerías de arte y tiendas de regalo.
Para ellas: Carolina Herrera, Chanel, Chloé, Dior, DVF, Emilio Pucci, Escada, Valentino, Intermix, Loro Piana, Luca Luca, Lulu Couture, Max Mara, Nanette, Lepore, Oscar de la Renta, St. John, Tory Burch, Vera, Wolford, A Pea In The Pod, Agent Provocateur, Anne Fontaine, Celine.
Para ellos: Brioni, Domenico Vacca, Ermenegildo Zegna, Galtrucco, Paul & Shark, Vilebrequin.
Para ellos & ellas: Louis Vuitton, Fendi, Ferragamo, Giorgio Armani, Gucci, Versace, Prada, Yves Saint Laurent, Hermés,100% Capri, Bottega Veneta, Brooks Brothers, Custo Barcelona, D&G, Dolce & Gabbana, Elie Tahari, Emporio Armani, J.W. Cooper, Just Cavalli, Lacoste, Lulu, Marc Jacobs, Oxygene, , Ralph Lauren, Roberto Cavalli, Thomas Pink.
Para niños: Bonpoint, Gap Kids, Mini Oxygene.
Calzado: Jimmy Choo, Addict, Giuseppe Zanotti, Sergio Rossi, Tod's.
Joyerías: Audemars Piguet, Bulgari, Cartier, Chanel Joaillerie, Chopard, D'Aven, David Yurman, De Beers. Graff, Harry Winston, Judith Ripka, Piaget, Pomellato, Tiffany & Co, Tourneau, Van Cleef & Arpels.
Libros, galerías y regalos: Books & Books, Christofle, Opera Gallery, Pratesi, Bal Harbour Gift Card Concierge y Futuretronics.
Gourmet & Gourmande
A tono con la sofisticación del lugar, los restaurantes y cafés que satisfacen los estómagos de la “clientèle” ofrecen variadas opciones para cualquier hora del día. Empiece con un ligero desayuno en Santa Fe News & Espresso, después de trabajo ve al salón de té Lea’s Tea Room & Bistro, ideal para un poco de ‘chisme’ con tus amigas, Segafredo Zanetti Expreso ideal para ir con tu grupo de amigos por la noche y sentarte a disfrutar de su variada carta sentados en una de las salitas de estilo clásico-contemporáneo; Carpaccio para la hora del almuerzo y La Goulue para la cena. Si tu espíritu comercial se resiste a salir de Neiman Marcus, un snack en el Zodiac Café ubicado dentro del mismo local, será perfecto.
La aglomeración de lujo, exhuberancia y sofisticación, justifican la naturaleza rebelde de este centro comercial.
Controversial desde su apertura, Bal Harbour Shops se inauguró en 1965, producto de la visión del empresario Stanley Whitman, quien marcó un nuevo hito en la concepción de centros comerciales rompiendo el statu quo establecido. Una reducida y esbelta área comercial reemplazó la acostumbrada extensión de los ‘malls’; limitados puertas de entrada en lugar de numerosas entradas y pasajes; estacionamiento pagado en lugar de los amplios estacionamientos gratuitos en los ‘malls’ tradicionales.
Si las dos primeras características –nunca antes vistas en ‘malls’ tradicionales’ causaron desconcierto, la tercera terminó por desatar una serie de críticas y mal augurios por parte de los futuros compradores.
Sin embargo, Whitman no se amedrentó y continuó con su revolucionario proyecto con la seguridad que las exclusivas boutiques que adornarían el centro comercial serían las encargadas de compensar sus poco convencionales características. Whitman acertó. El lujo concentrado de las más prestigiosas boutiques del mundo –Gucci, Channel, Valentino, Prada, Louis Vuitton, Tiffany & Co por citar algunas – se tradujeron en un éxito instantáneo para Bal Harbour Shops, llegando a ser el centro comercial #1 a nivel nacional en cuanto a ventas por metro cuadrado se refiere ($1500 aprox. cuando el promedio era $300).
Bal Harbour Shops se ha mantenido en el tiempo con la misma opulencia mostrada desde el principio, la misma exclusividad en la elección de las tiendas, sus criticadas pero aceptadas características. Asimismo, se le reconoce el éxito de seguir siendo un negocio familiar liderado por su creador, su hijo y su nieto –inusual si se tiene en cuenta que actualmente los ‘malls’ son propiedad de grandes conglomerados comerciales.
¿Quieres comprobar la desbordada opulencia y sofisticación Bal Harbour Shops? Entonces prueba con el siguiente experimento: camina de un extremo a otro del centro comercial. Un grupo de personas lo hicimos y nos tomó solo 8 minutos. Fueron los 8 minutos más lujosos en mi experiencia comercial. No necesitamos entrar a las boutiques para sentir la opulencia. Las vitrinas destellaban glamour por sí solas y el personal de seguridad –fornidos caballeros de lentes negros y dispositivos de audio colgando de sus orejas- en la mayoría de las boutiques, no eran más que otra evidencia del tesoro que protegían celosamente.
Minimalismo sofisticado
Bal Harbour es un centro comercial al aire libre en forma de 0 alargada, con áreas de estacionamiento en el frontis y en la parte trasera.
Neiman Marcus y Saks Fifth Avenue ocupan los extremos. El eje decorativo que amarra armoniosamente todos los elementos del centro comercial es la cadena de estanques rodeados de vegetación, distribuidos a lo largo del área central. Esculturas y demás parafernalia artística realzan la sobria decoración mientras que las paredes de adobes blanquecinos y grandes ventiladores negros colgados en los techos terminan por imprimir el toque tropical a este oasis comercial embriagado por el sonido del agua que cae en forma de cascadas.
¡Fashionissimo!
Se le ha comparado con Rodeo Drive en Beverly Hills, la quinta Avenida en NY y la Place Vendôme en París. ¡Qué duda cabe al respecto! Bal Harbour Shops es el centro comercial que concentra más boutiques de prestigiosas marcas que otro centro en la ciudad.
64 boutiques incluyendo calzado, 16 joyerías, 7 restaurantes, además de una librería, galerías de arte y tiendas de regalo.
Para ellas: Carolina Herrera, Chanel, Chloé, Dior, DVF, Emilio Pucci, Escada, Valentino, Intermix, Loro Piana, Luca Luca, Lulu Couture, Max Mara, Nanette, Lepore, Oscar de la Renta, St. John, Tory Burch, Vera, Wolford, A Pea In The Pod, Agent Provocateur, Anne Fontaine, Celine.
Para ellos: Brioni, Domenico Vacca, Ermenegildo Zegna, Galtrucco, Paul & Shark, Vilebrequin.
Para ellos & ellas: Louis Vuitton, Fendi, Ferragamo, Giorgio Armani, Gucci, Versace, Prada, Yves Saint Laurent, Hermés,100% Capri, Bottega Veneta, Brooks Brothers, Custo Barcelona, D&G, Dolce & Gabbana, Elie Tahari, Emporio Armani, J.W. Cooper, Just Cavalli, Lacoste, Lulu, Marc Jacobs, Oxygene, , Ralph Lauren, Roberto Cavalli, Thomas Pink.
Para niños: Bonpoint, Gap Kids, Mini Oxygene.
Calzado: Jimmy Choo, Addict, Giuseppe Zanotti, Sergio Rossi, Tod's.
Joyerías: Audemars Piguet, Bulgari, Cartier, Chanel Joaillerie, Chopard, D'Aven, David Yurman, De Beers. Graff, Harry Winston, Judith Ripka, Piaget, Pomellato, Tiffany & Co, Tourneau, Van Cleef & Arpels.
Libros, galerías y regalos: Books & Books, Christofle, Opera Gallery, Pratesi, Bal Harbour Gift Card Concierge y Futuretronics.
Gourmet & Gourmande
A tono con la sofisticación del lugar, los restaurantes y cafés que satisfacen los estómagos de la “clientèle” ofrecen variadas opciones para cualquier hora del día. Empiece con un ligero desayuno en Santa Fe News & Espresso, después de trabajo ve al salón de té Lea’s Tea Room & Bistro, ideal para un poco de ‘chisme’ con tus amigas, Segafredo Zanetti Expreso ideal para ir con tu grupo de amigos por la noche y sentarte a disfrutar de su variada carta sentados en una de las salitas de estilo clásico-contemporáneo; Carpaccio para la hora del almuerzo y La Goulue para la cena. Si tu espíritu comercial se resiste a salir de Neiman Marcus, un snack en el Zodiac Café ubicado dentro del mismo local, será perfecto.